ACTIVIDAD CREATIVA 40 IDEAS

Nueve en punto de la mañana y ya estamos listos para arrancar el día con un poco de creatividad.

Hoy toca la técnica de las cuarenta ideas. ¿Y qué es eso? Nos preguntamos todos. Es una técnica que se utiliza a menudo en las agencias de publicidad, en dónde debes ofrecer, sin tener en cuenta la calidad sino simplemente la cantidad, cuarenta ideas entorno a un proyecto. En este caso, debemos hacerlo en diez minutos y en relación a nuestro proyecto final. Suelta, suelta y suelta sin pensar ni filtrar, solo suelta ideas.

Y sin más dilación; tres, dos, uno, ya. Empezamos a vomitar ideas una detrás de otra. Intentamos no estar pendientes del tiempo, de no ser críticos, de tener muchas ideas, de no juzgar las opciones que nos surgen y simplemente escribirlas… ¡Stop! Se acabó el tiempo.

Es hora de empezar a ser críticos. Hemos de escoger las tres ideas más potentes de nuestra lista y explicárselas a nuestro compañero.

A partir de ahí, nuestro compañero o compañera deberá escoger de las tres ideas el concepto que más interesante le parezca y ofrecernos cinco ideas que deriven de éste, con la finalidad de tener una visión más amplia.

Una vez finalizado, los ponemos en común con la clase. Es en este momento que detectamos un problema importante: hay pocos conceptos y muchas acciones. Cometemos el error de pensar demasiado en la formalización; en los aspectos de producción en vez de pensar en el tema en sí. Así pues, debemos aprender a sustraer tales conceptos de estas acciones. Por ejemplo, de la propuesta de “Holografía” podemos preguntarnos ¿en qué se caracteriza la holografía? en que es una animación, que es abstracto, transparente, virtual, etcétera.

Así pues, una vez aclarada la duda, y con la intención de ser el máximo productivos posible y sacar el mayor partido a la actividad, nos proponemos sustraer cinco conceptos de nuestro proyecto, colgar las ideas en la pared y así poder comentarlos conjuntamente. Es entonces cuando vemos la diferencia, y nos damos cuenta que hemos conseguido el objetivo de la actividad. Debemos recordar que es de vital importancia tener un buen concepto, ya que es el eje de la estrategia creativa.

Para acabar la actividad, se dieron unas conclusiones respecto a los fallos más comunes y repetidos a la hora de conceptualizar:

· Cuando tenemos muy claro formalmente como queremos enfocar el proyecto, solemos cometer el error de mezclar varios conceptos para generar uno solo.

· Quedarnos con la primera idea que tenemos y que nos parece correcta, y eso impide ver nuevas ideas y propuestas.

· El concepto se convierte en un objetivo.